No termino de entender cómo es posible que aportaciones muy beneficiosas para la sociedad no son “bien vistas” o rechazadas por no ser de las nuestras.
El juego de nuestros políticos hace qué pensar, pues no es posible que todos los políticos del otro bando sean tan malos, torpes, nefastos y “tienen la culpa de todo” ni que todos los del propio partido sean tan honestos, inteligentes y honrados.
¡No es momento de revanchas ni de pataletas!
¿No será que estamos en una continua campaña electoral y se busca protagonismo, en vez de gobernar?
Si alguna cosa va bien o alguien nos apoya para “ir a mejor”,habría que acostumbrarnos a mantenerla, dar las gracias y procurar hacerla crecer más, pues no porque sea del color del adversario o de “empresas”, es que no está dando buenos resultados. Habrá que aprender a consensuar más y mejor las aportaciones nuevas o las reformas necesarias para que vayan encaminadas a todo el espectro de la sociedad y no sólo a “mis afines”.
Dan ganas de llorar ver que cada gobierno quiera hacer “tábula rasa” del anterior y se imponga hacer todo de nuevo y diferente pues “del pasado” o “de los otros” (como le pasó a Jesús de Nazaret) no puede venir nada bueno.
Las políticas, como las ideas, las avalan los resultados, y habría que alegrarnos cuando nos encontramos con trabajos que están dando resultados al conjunto de toda la sociedad, aunque los hayan puesto en marcha otros grupos o vengan de empresarios.
Vuestro párroco