“Solo el sol, el ser me da…”
Esta es una de la inscripciones que podemos encontrar en el campanario de la nuestra Iglesia, donde yacía un tesoro escondido entre escombros y trastos viejos, que hemos ido retirando poco a poco. Es el testimonio de muchos campaneros que día tras día subían para hacer sonar la llamada del Señor (el verdadero sol, que nos da el ser) por el que merece la pena subir a tales alturas. Mucha historia tienen las paredes de este recoveco: ampliaciones, incendios, restructuraciones, escrituras, grafitis…, historia que no solamente es historia en sí, sino que recoge, la historia que Dios ha ido tejiendo también con el pueblo de Bétera. Hoy sentimos que este tesoro encontrado no es para nosotros, sino para compartirlo y dejar que el Señor continúe con nosotros tal historia. Es un lugar privilegiado donde servir a su Iglesia. Las campanas acompasan la vida del pueblo y de cada persona, desde que nacemos hasta que morimos, para ascender de nuevo al Padre… y esto, visto desde la fe, es realmente bello. Lo que comenzó por ser una fascinación de niños por las campanas, parece el lugar escogido para que el Señor siga realizando su obra en nosotros.”
Y concretamente, para seguir adelante con ello, los últimos domingos de cada mes hacemos una visita guiada para todos los que quieran también disfrutar de este tesoro desde cerca.
Contacto: colladecampanersbetera@gmail.com