“Jesús camina a nuestro lado, pero, en muchas ocasiones, no lo vemos”. Esta es la clave de los tres días para redescubrir o iniciar la experiencia de tener a Cristo presente en nuestras vidas.
Los Retiros de Emaús están inspirados en el pasaje bíblico en el que Jesucristo se aparece a dos de sus discípulos, que iban camino de Emaús, y estos no lo reconocen (Lc 24, 13-25). Se trata de un paralelismo con nuestra vida porque Dios está cerca de nosotros, pero no lo vemos.
Por eso, es bueno detenernos en nuestro día a día para poder tener ese encuentro con Jesús. Y hasta que no se hace el Retiro no se sabe muy bien en qué consiste, pues una de sus particularidades es el “factor sorpresa”: “Se trata de entregarse los tres días sin prejuicios, de ponerse en manos de Dios y de confiar, también en quienes lo organizan. Por eso, pocas cosas se saben con antelación de las dinámicas o actividades que ocurren en esas 72 horas.
Y una vez que vives el Retiro, a continuación ya puedes integrarte en las reuniones semanales y en las actividades pastorales de la parroquia que los seglares llevamos adelante. En definitiva, se trata de dar y servir en la parroquia, ya sea en Cáritas, en Emaús o en aquello a lo que Dios te llama.
Tu vida seguirá siendo la misma, pero aprenderás a lidiar con los mismos problemas con una visión distinta pues tu corazón estará «tocado» por el Señor que te acompaña.
El grupo de hombres de Emáus acude los mártes a la parroquia: a las 19:30 para la adoración eucarística y a las 20:30 tras la misa para las reuniones semanales.