El Papa Francisco ha expresado en varias ocasiones su devoción por san José (papa-francesco-lettera-ap_20201208_patris-corde) y san Francisco de Asís, el santo de quien tomó el nombre.
Los dos santos de la tradición cristiana que atraen la atención y la devoción del Papa son presentados como modelos de la vocación cristiana. Vocación que se concreta en cuidar al prójimo y a la Creación.
José y Francisco encarnan dos ideas que han cobrado fuerza en nuestra época: la ética de los cuidados y los servicios ocultos.
Un ejemplo que viene a la cabeza al pensar ambos conceptos es el trabajo (no remunerado) que muchas mujeres han desempeñado y desempeñan en el mundo. Una labor fundamental, aunque oculta en términos monetarios, para el sostenimiento de la vida familiar y del tejido social son los cuidados –discretos, humildes y silenciosos– de millones de mujeres. Así lo hacen ellas, como lo hizo S. José.