San Ireneo dice que «la historia es el tiempo en que Dios nos sigue creando».
Gracias al programa de Apunt de «Ciutats Desaparegudes» hemos podido viajar un poco hacia el pasado, viendo cómo esto que dice el santo ha sucedido y sigue sucediendo. Las raíces de un pueblo y una comunidad son importantísimas. Se valora tanto trabajo y tanto esfuerzo de todos. Nos hacemos agradecidos por todo lo vivido, por lo que hoy tenemos y por cómo Dios nos ha ido trabajando y madurando en nosotros a través de cada acontecimiento. El paso de Dios en cada vida se nota en esta gratitud propia de sus criaturas. Y es muy bonito y hasta vital, compartirlo con los que no habiendo estado presente, descubren que todo eso ha sido creado también para ellos.
Por otro lado, aprendemos de los errores y se nos va corrigiendo la mirada para saber hacia dónde queremos ir en verdad. Y las ciudades no desaparecen, viven en nuestra memoria y a la vez, y se reorientan hacia la «Jerusalén celeste».
Los invitamos de nuevo a reconocer nuestra ciudad y a quererla más si cabe.
(Minuto 18:40)